¿Hasta donde llegará nuestro
cuerpo sin lesionarse si corro por montaña?. Pues dependerá de muchos
factores. La edad afecta a la fuerza
y a la resistencia de los tejidos, así la fuerza muscular empieza a disminuir
entre los 30-40 años, la elasticidad de los tendones y ligamentos a partir de
los 30 años. Es fácil entender entonces la importancia que tiene el estirar
bien después de una carrera o del entrenamiento, sobre todo para aquellos que estén en este rango de edad o por encima
de él. El entrenamiento rutinario ayudará a los tejidos, ya que la inactividad acelera la degeneración de
los mismos. Pero ojo, demasiado entrenamiento puede provocar lesiones como
resultado del abuso. Se deben respetar al máximo los periodos de recuperación.
La experiencia es un factor importante a tener en cuenta, ya que se ha
visto un mayor número de lesiones en los corredores inexpertos. Tenemos que
hacer caso de los sabios consejos de los veteranos.
Otro de los factores que pueden
desencadenar una lesión de nuestros músculos o tendones es un periodo de calentamiento insuficiente.
En cuanto a la dieta, esta debe de ser equilibrada y
nutritiva, incluyendo una hidratación
adecuada. De todos es sabido que un desequilibrio hidro-electrolítico puede
desencadenar la aparición de calambres.
Medidas generales como el sueño suficiente y evitar el alcohol, pueden reducir el riesgo de
lesiones.
Uno de los factores que no todo
corredor tiene en cuenta, a la hora de correr por montaña, es el equipo utilizado. Las zapatillas deben
ser la adecuadas a cada tipo de terreno. No se puede correr con una zapatilla
de asfalto por la montaña, diferente amortiguación, diferente agarre de las
suelas. La estabilidad medio-lateral de la zapatilla es muy importante cuando
se corre por un terreno irregular. Con un calzado no adecuado corremos el
riesgo de sufrir una caída y consecuentemente una lesión.
Como último factor y no por ello
menos importante, es la práctica del deporte de competición, el cual es el que mayor riesgo de lesión acarrea.
Sin tener en cuenta el nivel en
el que se realiza cada deporte, se pueden tener lesiones tanto por abuso como
traumáticas.
Con este artículo, comenzamos una
serie de relatos en los que se abordará las diferentes lesiones que puede sufrir el corredor de montaña, como
prevenirlas y que tratamientos actuales para las mismas dispone la medicina
actualmente, desde el prisma del médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación.
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